Magnesio:
Con mucha frecuencia, nuestros pacientes preguntan si es necesario una ingesta complementaria de suplementos de magnesio para pacientes con baja masa ósea y osteoporosis.
No obstante, y a diferencia de los suplementos de calcio y vitamina D, donde la evidencia científica es más sólida, ningún estudio aleatorizado y controlado ha evaluado el efecto de los suplementos de magnesio en el riesgo de fractura y en la densidad mineral ósea.
La mayoría de personas tienen una ingesta óptima de magnesio mediante una alimentación balanceada y saludable.
Sin embargo, existen individuos con mayor riesgo de hipomagnesemia (bajos niveles de magnesio), los cuales se pueden beneficiar de estos suplementos. Estos incluyen:
Pacientes con malabsorción gastrointestinal (cirugías bariátricas, enfermedad inflamatoria intestinal, gastrectomía, entre otras).
Pacientes con enfermedad hepática crónica y alcoholismo.
Pacientes con consumo crónico de inhibidores de bomba de protones (ej. omeprazol, lanzoprazol, pantoprazol, esomeprazol) y diuréticos.
Vitamina K:
Algunos estudios sugieren que la vitamina K (1 mg al día) podrían disminuir la resorción del hueso y minimizar la pérdida de masa ósea en mujeres posmenopáusicas. No obstante, esta evidencia no ha sido replicada en otros estudios.
Por consiguiente, antes de recomendar la vitamina K en la prevención y tratamiento de la osteoporosis, se requieren de más estudios.
Fuente: Guías de Práctica Clínica, Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos
(AACE). Diagnóstico y Tratamiento de la Osteoporosis Posmenopáusica. Endocrine Practice Vol 26 (Suppl 1), mayo 2020.
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